18/4/08

Instantánea callejera

{Odio los colectivos que saltan tanto}


En el tren, dos predicadores de la vida dicen nada que no sepamos.
Cigarrillos casi sin ser fumados duermen ahogados en el cordón de la vereda, por la pronta llegada de colectivos. Transportes atestados, molestos ruidos, gente nerviosa, malhumorada sin ningún tipo de amabilidad.
Malas ondas emite la ciudad, en trenes descarrilados con demoras, amontonamientos, embotellamientos, tráfico, choques, robos, accidentes, incidentes, discusiones, persecuciones, impaciencia, horarios pico…
Ya nada revierte la modalidad de esta ciudad, por más aislado y relajado que uno quiera ser y estar, te llega, te inunda… te ahoga.

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